A poco menos de media hora para el debate electoral convocado por el actual alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, la situación me resulta risible: el alcalde candidato negó su participación en un debate anterior, el cual fue acordado por todos los demás candidatos. Tiempo después y de forma unilateral fija una fecha, en una actitud ajena a toda idea democrática. Y contra lo que podría suponerse, sus contendores no rechazan las pretensiones pavorealescas del candidato alcalde, sino que consienten en asistir. Probablemente el evento sirva para incomodar un poco al señor Castañeda con preguntas y retruécanos pero, a fuerza de tales actos y de los titulares comprensivos y dolientes de la prensa, sólo se conseguirá dar el empujón final al señor Castañeda Lossio hacia su re elección inminente.
Mis respetos al pastor Humberto Lay por respetarse a si mismo y no asistir al show de Castañeda.
Por lo demás, ¿qué ideas o planteamientos interesantes podrán presentarse?
De momento, y sin que signifique una voluntad de voto de mi parte, me resulta interesante aunque polémica la propuesta del candidato Gonzalo García de organizar la metrópoli de Lima en sectores administrativos, estableciendo criterios mínimos para esa unidad orgánica que es Lima Metropolitana. Desde luego, tal idea por ser interesante no deja de verse dificultosa por las inmensas reformas legislativas acompañadas de voluntad política que se requerirían.
A pesar de esa salvedad, las propuestas electorales para Lima Metropolitana son repeticiones constantes de un credo que habla de Lima como un sitio inseguro, caótico. Al menos en eso están de acuerdo, aunque nadie señale cómo organizar ciudadanos antes que delincuentes. Verdaderas maravillas de la política peruana, ¿no creen?